TV Galicia 01:05 - 02:49
Siendo niño, Marcello dispara al chófer de su familia, Lino Seminara, a quién cree haber matado. Como consecuencia, el chico crece en la Italia fascista con un cierto complejo de culpabilidad, no sólo por haber asesinado a un hombre, sino también por escrúpulos de tipo moral. Su única obsesión es ser como los demás, lo que le impulsa a refugiarse en el fascismo, no por ambiciones políticas, sino para confundirse en la indiferencia y el conformismo. El 25 de julio de 1943, en una manifestación que celebra el derrumbamiento del régimen fascista italiano, reconoce entre la muchedumbre el rostro del chófer Lino, a quién creía muerto y Marcello se desmoraliza al ver que ha desperdiciado su vida por un sentido de culpabilidad que no tenía fundamento.