La II Guerra Mundial en color: Gran Bretaña contra las cuerdas

A finales de junio de 1940, Hitler había logrado la victoria en Europa occidental. La Alemania nazi controlaba ahora Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Bélgica y Francia; solo Gran Bretaña se mantenía desafiante. El 'führer', sin embargo, sabía que no podría resistir mucho tiempo. La mayor parte de las tropas británicas pudieron escapar de las playas de Dunkerque, pero estaban extenuadas y derrotadas, sin posibilidad alguna de hacer frente a la todopoderosa máquina de guerra nazi. Parecía que Hitler no tenía más que esperar a que los británicos se diesen cuenta de lo desesperado de su situación y, entonces, su victoria en Europa sería completa. Pero había subestimado a su enemigo. En Winston Churchill tenía a un rival que lo podía igualar en inspiración y voluntad de ganar. Además, Gran Bretaña todavía tenía una Armada poderosa y algunos de los mejores aviones de combate jamás construidos.