Dueños de la calle

Tom Ludlow (Keanu Reeves) es un policía de Los Ángeles desilusionado por su trabajo y que a menudo rompe las reglas. Algo aplicable a todos sus compañeros de unidad, incluido su jefe Jack Wander (Forest Whitaker). Tras la muerte de varios delincuentes, Ludlow se ve investigado por el departamento de Asuntos Internos, encabezado por el capitán Biggs (Hugh Laurie). Pero las cosas están a punto de empeorar. El prestigioso escritor de novela negra James Ellroy ("L.A. Confidential", "La Dalia Negra") firma un guion para el director David Ayer, el cual ya había tocado el tema de la corrupción policial en su libreto para la exitosa "Training Day (Día de entrenamiento)". El resultado es una película policíaca de corte clásico, pero sorprendente en su construcción.